He visto muchas cosas, pero nunca había visto sexo en grupo en el escenario. Y lo más sorprendente es que no hay caras de aburrimiento en el público. ¡A todo el mundo le gusta! Bueno, los participantes directos son doblemente agradables: te chupan la polla vigorosamente y la atención aprobatoria del público. El acorde final, el bukkake, se integra de forma tan orgánica en el ambiente de la velada que no puedes evitar preguntarte si podría haber acabado de otra forma.
Este tipo de castigo era 100% del agrado de la hija, porque hacía tiempo que ansiaba la atención masculina de su padre.